Los postes y el arquero Courtois aplazan la reacción del United
Los ‘ciudadanos’ no lograron pasar del empate ante los ‘blues’.
Un empate insuficiente pospuso la salida de la crisis del Manchester United, mejorado desde el juego, sobre todo el primer tiempo, pero sin gol ni suerte, la que le faltó en dos remates a los postes contra el Chelsea, con Thibaut Courtois insuperable en su portería y también con alguna ocasión para ganar.
Mereció más por ambición, intención y ocasiones el United, condenado a su sexto encuentro seguido sin ganar en Liga e inmerso aún en una situación comprometida, con la continuidad del holandés Louis Van Gaal en el foco. Sólo sumó un punto. El otro fue para el Chelsea, con un 0-0 más valioso para él por números que por fútbol.
Del inicio trepidante, con una parada de David de Gea a cabezazo de John Terry y un remate de Juan Mata contra el larguero, se pasó rápidamente a un monólogo todo el primer tiempo del Manchester United, que, bajo la presión casi insostenible de cuatro derrotas consecutivas, elevó su nivel, sobre todo en los primeros 45 minutos.
No le dio margen de maniobra al Chelsea en casi todo el primer tiempo. Ni le dejó adelantar sus líneas para la presión, como quería el holandés Guus Hiddink en su segundo partido en el banquillo 'blue' tras el empate del pasado sábado con el Watford, ni le permitió atacar ni conectar con su improvisado punta: Eden Hazard.
Jugó un buen rato de fútbol el Manchester United, que le dio velocidad a la pelota en las transiciones, combinó bien hacia las bandas, penetró bien entre la defensa del Chelsea, sobre todo el habilidoso Anthony Martial, que lanzó un derechazo contra el poste, e incluso arrinconó a su adversario... pero sin gol. Un problema.
Fueron momentos de apuros para el Chelsea, ni siquiera capaz de salir de su campo con dos pases seguidos, entregado a una misión defensiva cada vez más exigente e impotente para plantear algún ataque inquietante para el United. Ni por medio de sus hombres de más talento, de Pedro, Oscar, Willian o Hazard.
Sin el hispano-brasileño Diego Costa, sancionado -tampoco jugó Cesc Fábregas, baja por enfermedad, según informó el propio club-, el belga fue la elección de Hiddink para la delantera del Chelsea, cuya mejor noticia fue irse al descanso sin daño en su portería más allá del acecho, tres ocasiones en contra y dos remates al poste.
Su partido fue más competitivo después, desde el comienzo de la segunda parte, iniciada con un Chelsea con los mismos futbolistas, pero más consistente y más incisivo en sus contadas apariciones sobre el área contraria, como una doble oportunidad salvada por un extraordinario David de Gea.
Fue insuperable para los remates de Pedro y Azpilicueta. Su respuesta a ambos fue formidable. Primero con la mano derecha, después con la izquierda. Igual que lo fue el belga Thibaut Courtois minutos más tarde, a un remate de Ander Herrera que cazó a la desesperada, cuando sus opciones de evitar el gol eran improbables.
Lo hizo para mantener el 0-0 en el marcador, sostenido por ambos guardametas y con alguna opción para ambos, como la que mandó a las nubes Matic para el Chelsea en un contragolpe conducido por Pedro, como los dos penaltis que reclamó sin éxito el United o como un remate de Wayne Rooney, el epílogo de un 0-0 y quizá de Van Gaal.
EFE